BEATRIZ ELENA MORALES ESTRADA Y SU POESÍA

 Extraído de mi  novelita: La mamá   Esa mujer Esa mujer que yace en la sombra,   que fundó la luz entre el verdor   de los campos.   Esa mujer que yace en la   sombra,    como oculta    y   que junto al   el verde de las cosas,   con sus   manos   pintó    los colores,   tejiéndolos en medio de   dolores. Platicando   a su vez con     la penumbra   de estrellas,   abrió la puerta del amor,   cerrándola   después,    dando salida    al desamor,    esa mujer la madre,   la que a su vez,   en entrañable    gesto,   abraza el fondo de las chambranas, completando la cercanía,    fecundando    de vida   a       la   pequeña niña   que cobija    y   a su vez   es cobijada. Esa mujer en la penumbra   mañ...

Son muchos pero:                                                         MIS INTERESES  Mis intereses se concentran en: La filosofía,    la literatura y la poesía; la poesía, como esa implosión de pedacitos del alma, que al romperse se manifiestan, dando cuerpo y forma al poema...   Y la literatura, que para mí es el sentido que tienen las palabras cuando se juntan para expresar bien sea una idea, un pensamiento    en    un sentido literal  o  metafórico de la vida. Y la música, como algo que sale de adentro,    con un sonido propio e inconfundible y    a su vez la música;    el poema son manifestaciones íntimas,    que surgen para abrirnos esa otra dimensión del pensamiento humano. En definitiva    estas    son sentires, que palpitan ...

Estratagema   Desciende la tarde   como por   entre una hendidura del tiempo y la   sombra   se aproxima   después de fermentarse en la huidiza     lentamente   cae   el rostro de las cosas …Cae. Cae, como caen    los   rostros   agitados   por la brisa. Cae,   como   caen   tragos   amargos, agrietando   los mundos   y rompiéndolos   Y las   manos ya no lo sostienen más…    ¡No pueden!   Un terrible infortunio   ecológico desanima y entristece    Cae,   como caen   las caras más amables y también más inhumanas Cae,   como   cae   el café   de las manos,   soltándose, desprendiéndose   en    mañanas bañadas de neblina.   Y pareciera ser,   que el fuego   no podrá destruirla. y esperáramos entonces   que una suave luz se aposente   como   ...

Mamá Si al habitar habitas el cielo que de tanto amar se nombra tú lo nombrabas, madre mía tus manitas en el deleite de cantar a lo sagrado y al amar   ser fraternal. Subiste a tu última morada ¡Ay tú! Heroína de carne y hueso mujer de soliloquios eternos se reventó tu resistencia y no pudiste más… tu cuerpo ya no pudo más los años en la tierra pesan aguantaste lo más que pudiste pero tu cuerpo y alma tan cansados se cerraron tus ojos, tus ojitos madre mía y se desbordaron en aguas los cielos era tiempo de luna creciente,   la luna y la estrella en el cielo palpan cerraban el ciclo de tu partida los astros y al mismo tiempo, otro se abría.   Se nos fue una mamá se fue mi mamá… De tu regazo yo era tu niña consentida se nos fue una matrona, una señorona de mano generosa y abierta quien visitó tu casa, nunca se fue con el estómago vacío mujer de días piadosos y de múltiples sufrimientos tu amor de madre rebasó las expectativas al entregarte co...

                                El origen Del otro lado, allá donde comienza el murmullo del agua,   del   arroyo que baja de la montaña   cayendo y   convirtiéndose en gotas. Allá,   más allá del sonido, que murmura y entre   las manos que restriegan la ropa en el lavadero   esparciéndose,   están los   arrullos, el goce inconmensurable,     el gorjeó, el glu,   glu,   y el   casi     ma,   ama,   de la niña , que comienza a dar sus primeros pasos.   Allí en donde inicia el   ruido   de las cosas.   Llorando con la pesadumbre del alma, con el dolor     de parto que nadie sabe,   en el tránsito de la sombra   a la luz,   en el camino   que lleva   a   la voz   que...

    La Muerte (La muerte es la ausencia que nunca   acaba, la no presencia que se siente, aquello que no se nombra) Mi madre pariendo la muerte   y al mismo tiempo fundando la vida, mientras que yo,   en un cuarto oscuro,    viendo   las luces de cristal   más   allá de la sombra   efímera .   Más allá de la sombra de la   muerte,   subyacente a esta, están las chambranas de la infancia paraíso   perdido… Caminando,   andando como por entre vericuetos   y rastros de pantanos.   De aguaceros en agujeros    hondos.   Pródigos de esencia,   de sustancia   indómita,   los momentos,   vadeando    charcas   de aguas pantanosas. Buscando la verticalidad      en   el paso de los días.    Ahuyentando la posible disolución,   que el pasar de los años acarrea. Espantando la posibilidad   de las ...